Feliz
cumple Anita, hoy mandas tú. Duermo media horita de más en la cama de Ana, ella
está en clase, yo en breve voy a ir al albergue a desayunar. De repente se oyen
unos golpes fuertes en la puerta. "Deniiii Deniii" ya está, me han
descubierto, saben que estoy infiltrada y que tengo hasta mi propia tarjeta.
Ana perdió la primera, le dieron la segunda y volvió a encontrar la primera que
ahora ha pasado a formar parte de los objetos permanentes en mi bolso, como mi
mapa xxl o el mini desodorante en crema.
Siguen picando fuertemente, me
encierro en el baño. Ahora ya no solo llaman a la puerta de una habitación sinó a todas
las demás, menudo susto. Como ya os conté ayer, me voy rápidamente sin ser
descubierta.
Primer intento de llegar a buscar a Ana a su clase en el Empire:
fallido. Quedamos en forever 21 donde pasamos toda la mañana hasta que
decidimos ir a Little Italy, bueno, decido, porque la quiero invitar a la mejor
pizza del mundo en la Lombardis. Es mi sitio preferido de Little Italy, de
hecho el único donde he estado.
De allí queremos ir a Magnolia Bakery donde Ana
quiere comprar una tarta para esta noche. Paramos a unos americanos para
preguntar por el subway y nos dicen que es mucho mejor que vayamos andando, muy
amables miran nuestro mapa, sonríen cuando les decimos el lugar donde vamos y
nos indican a la perfección, aquí siempre te ayudan en todo. Me alegro tanto de
que nos aconsejaran ir andando, porque de no ser así jamás hubiera conocido el
verdadero Soho.
La parte Bohemia de la que me habían hablado y que todavía no conocía
su existencia. Todo empieza cuando leo un cartel de "VINTAGE" y
continua en toda Bleecker St, donde cada tienda es mejor que la anterior: ropa
de segunda mano, vinilos antiguos, bolsos de piel, sombreros, ... todo invita a
entrar y echar un vistazo, dejándote hechizar por la magia del verdadero Soho.
Después de un buen rato de disfrutar con cada detalle, decidimos volver a
preguntar si vamos por el buen camino, y, evidentemente, nos hemos desviado
para darle más emoción al asunto. No es malo perderse, un indio nos invita a
entrar a su tienda para probar un exfoliante de manos, que no compramos, pero
si que reímos al ver el agua negra que ha salido de las mismas. El tio flipa,
pero creerme que aún fliparia mas si nos exfoliara los pies.
Después de preguntar
cuatro veces más (parece que ya le vamos cogiendo el gustillo) encontramos al
fin la pastelería y, raramente, no hay una cola que de la vuelta al edificio,
asi que Ana sale en pocos minutos con la tarta en mano. Vamos pa la resi a
descansar un poco, yo estoy "reglosa" y ya no tengo fuerzas y ella
quiere hacer un Skipe con su family antes de que se duerman. After that we are
ready to start the party, y como no todos los dias se cumplen los 21 en NY, Ana
no lo quiere hacer de cualquier manera, si no todo lo contrario, espectacular.
Tarta y alcohol y vamos todos para el sitio secreto. El sitio secreto es un
lugar que descubrió Edu un año atrás, una pequeña "playita" donde
tienes las mejores vistas de Brooklyn Bridge y Manhattan, es precioso y solitario
y puedes beber tranquilamente sin preocuparte de la police. Bebemos mientras
comemos la mejor tarta que he probado en mi vida,.no exagero, es de vainilla,
como un cupcacke gigante y solo puedo decir que es incluso mejor que el sexo.
Orgasmo asegurado.
Magnolia Bakery |
Acabamos
la noche en la rooftop de la 230, Ana enseña su ID, orgullosa, y recibe un
Happy Birthay instantaneo. Las vistas de la.ciudad con la última copa en mano,
son el final perfecto para este dia tan especial.
Rooftop 230 de la 5a |
Perdon, no, el final perfecto
es la Cena desayuno que comemos en el mismo sitio donde acabe la fiesta una
noche con Miriam, de la que me acuerdo continuamente, y que le encantaria estar
aqui con nosotras. Ana, espero que este día tan especial no lo olvides jamás. Happy birthday my darling... You know I love you...!!!
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