21 de Agosto: I'm coming home...


Oigo de banda sonora de fondo de esta canción "I'M coming home" de Skylar Grey, que puso Edu por primera vez cuando Miriam se fue. Ahora me la he puesto yo, en casa de Olga, después de su despedida, después del último brunch, después de los últimos minutos... En estos momentos ya asimilo lo que toca y me permito estar triste. El taxista ya ha venido a por mi, Olga marchó hace una hora y, después de tantas y tantas despedidas, ha llegado mi turno, este es el taxi que inicia mi viaje de vuelta.
Ahora os escribo des del aeropuerto de Newark, con una pantalla rota envuelta en celo, última moda, aún me sorprendo a mi misma de poder estar usando el movil. Menos mal, porque si no nose que haría las dos horas que me quedan antes de embarcar. El taxista hablaba español, era de Santo Domingo me ha hablado mucho al principio, pero a base de mirar por la ventana y demostrar mi cansancio, ha optado por poner la música en marcha y callar. Se lo agradezco. Mientras el taxi avanza, veo como NY de fondo va quedando atrás y empieza a sonar la canción de "cuéntame como te ha ido si has conocido la felicidad..." me emociono, pero por suerte no me puede ver los ojos repletos de lágrimas escondidos tras las gafas de sol. Y tanto que he conocido la felicidad, de eso estoy completamente convencida.
Me deja en TAP Portugal y empieza el Show de la operación maleta. Yo venía completamente preocupada por mi maleta grande, que solo puede pesar 23kg y resulta que pesa 21kg. Tan pronto como me alegro, el chico joven y guapo que me ha tocado, dice que también quiere pesar la maleta de mano, shit! Aquí se me borra la sonrisa, pesa doce y debe pesar ocho. Las cuentas fallan un poco...Quito dos quilos en regalos con total facilidad y los meto en la grande. Mientras, los dos restantes los meto en una bolsa gigante que Olga me dio just in case...pues señoras y señores, Olga ha vuelto ha salvarme la vida por segunda vez. Será mi ángel de la guarda? Maybe...
A todo esto, con los nervios, levanto la maleta grande pensando que estaba lista, pero olvidándome de cerrar la cremallera, lista de mi, y no puedo dar crédito a lo que veo cuando todas mis cosas se desparraman lentamente por el suelo...Menuda odisea...las he cogido y metido dentro sin orden alguno, como un volcan de ropa y objetos varios. Esperemos que todo llegue bien a su destino. El chico guapo ha venido corriendo para ver si estaba bien y me ha cogido las maletas para volverlas a pesar. Que verguenza.
Con la peque todo correcto, pero la grande pesaba 23'5kg. Le he mirado con una cara de sufrimiento y desesperación, a lo que ha respondido con una maravillosa sonrisa y un "Don't worry, it's ok!' y me ha hecho super feliz pudiendo suspirar de tranquilidad. No ha sido fácil pero por fin está todo bajo control. Lo único que he perdido por el camino de forma oficial es una targeta de cuatro gigas repleta de fotos de la cámara de Ana.
Ahora me he pedido una cocke y estoy sentada en un bar de Newark, creo que el único, donde tendré que esperar dos horas, por suerte tengo conmigo un libro en inglés para empezar mi aventura de inmersión cien por cien. Eso si, cada vez que quiera ir al restroom tendré que hacerlo acompañada de una maleta y una bolsa gigante, menudo coñazo.
Las horas han pasado rápido entre controles y un amigo nuevo que he hecho, es italiano pero habla un inglés perfecto y hemos mantenido conversación tanto antes como después de las seis horas del primer vuelo. Hoy no he visto pelis, he cenado y he dormido como he podido, escuchando de fondo un bebé pesado que no paraba de llorar.
El segundo vuelo era en una broma de avión en miniatura, pero ni siquiera me he enterado del despegue ni del aterrizaje, he dormido como un angelito.
Al llegar a Barcelona, mis padres me esperaban ansiosos. Me apetecía verlos pero se me cerraba el estómago chocando al fin contra la realidad, la vuelta a casa.
He venido con ellos a Lloret, para pasar estos últimos días de vacaciones en la playa. Me han preguntado de todo. Que si Jamie era negro (mi madre no se había enterado porque lo conté muchos capítulos atrás), que cuantos años cumplió Ana, como era la tarta, que como entrábamos en la resi, que por que les controlan los $ a las venezolanas, que si Miriam esto, que si Ruben, que si Nacho, que si Edu...
Todo.
Pero lo que ha resultado mucho más emocionante para ellos ha sido ver las fotos y poner al fin cara a todos los personajes de mi historia, como pronto haréis todos cuando empiece a subir carpetas.
Antes de ir a casa, con un Jet Lag que me machacaba la cabeza, me han dicho de ir a comer por ahí, cosa que no me apetecía demasiado con estas pintas, pero que he dedicido hacer con sorpresa incluida, yendo al Racó de Fenals a ver a Anna y Cozar. Me han recibido alegremente, sobretodo Anna, que tenía quinientas preguntas por hacer, pero las dejaremos para mañana. 
Racó de Fenals (LLoret de Mar)
He disfrutado mi gazpacho pero mi cabeza aún se llenaba de un leve dolor constante y el sueño hacía de todo una sensación extraña y borrosa.
He pasado la tarde en casa entre cabezadas en el sofá y conversaciones con mis padres.
Ahora, a mis doce, que solo serían las seis en NY, estoy tumbada en el sofá, sin sueño y empezando a asimilar que toda esta gran experiencia se queda en el recuerdo.
Es muy duro, como cada vez que tenemos depresión postvacaciones, esto es todavía peor. Depresión post sueño cumplido, depresión post mejor verano vivido, depresión post felicidad extrema...
Desearía estar allí, pero se que ahora tengo otras misiones, sobretodo empezar a veros a todos y cada uno de los que me estáis esperando y contaros todo cara a cara, resolviendo vuestras dudas...
Siempre me habéis dado las gracias por escribir, ahora es mi turno. Gracias por leerme, seguirme, acompañarme en la lejanía en este viaje, sentir que estabais conmigo envueltos de edificios, paseando por Central Park o recorriendo las calles de Brooklyn. Vuestros "me gustas" y comentarios me han dado las fuerzas para seguir plasmando cada día mis experiencias y sensaciones, en unas cuantas lineas, a través de este odioso teclado de movil. No ha sido fácil, pero he cumplido todos y cada uno de los días que he estado fuera, encontrando momentos no se ni como.
Aquella chica que un día perdió el avión en Lisboa, y decidió escribir como se sentía antes de empezar la aventura de su vida, ya ha regresado, pero algo ha cambiado. La experiencia la ha refortalecido y llenado por dentro, tanto, que podrá afrontar todo lo que le depare la vida. O por lo menos, lo intentará.
Como todo libro, como toda historia, tiene que llegar a su fin, por eso también se merecía este epílogo, esta despedida hacía los lectores. Supongo que es duro, despedirse de los personajes, escenarios y todo lo que habéis vivido y sentido a través de estas aventuras.
Pero a día de hoy llega el punto y final de este "Viaje de ensueño".
Te echaremos de menos New York.
Buenas noches.
Lloret de Mar, 00.39 h.




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