10 de Agosto de 2'012 Día 34: Non stop, ever.


Se me acumulan los días y son escasos los momentos para dedicarlos a redactar estas líneas. Llevo tres días sin parar y me parece que esto ya ha llegado a un "que el ritmo no pare no pare no". Es viernes, sin dormir muchas horas me planto en la librería cafeteria que tanto me gusta y me paso dos horas andando por los pasillos, observando de todo y más. Café y time out new York, y algún que otro regalo para gente.


 Después, recojo a Ana, venezolanas y Sophie para ir a comer unas ensaladas al Pax, como tanto, tantísimo amamos hacer, ya hablo medio venezolano, suerte que al estar Sophie no dejo de practicar el inglés. 
Llueve.
- NY is craying - dice Sophie, con tristeza porque es su último dia y también el de Ana. Si, Ana ya se va, me alegro tanto de que se quedara cinco semanas porque es durante las últimas donde verdaderamente nos hemos conocido. Pero el viernes acaba de empezar y no nos apetece para nada estar tristes, asi que con la gracia y energía positiva que nos caracterizan empezamos una tarde de shopping intensive, pooor todo East village. Yo ya solo compro regalos, que aun asi, nose donde meteré.
Momentazo de Recon: se acerca felizmente con tres libros en mano.


- Irene mira todo lo que encontré!!! y cada uno a dos dólares!!
Le rompo la ilusión cuando los miro atentamente. Pero hija mía tu tienes Polaroid? ( libro para aprender a hacer buenas fotos con ella) y para que quieres un libro de como cocinar pasta si no es típico de aquí? pero lo mejor es el último: autoayuda para ser feliz, si siempre lo eres!!
- Pero es para cuando me Vaya de acá.
Nos dice, y lloramos, lloramos todas de la risa.
No se acaba comprando ninguno, seguro que se lo querrá gastar en más zapatos.
Acabamos la tarde en China town, donde atención, por fin encuentro una Post Office y consigo comprar los putos diez sellos que llevo esperando desde la primera semana. Maybe las postales llegan en diciembre, porque aun falta mandarlas. Siempre en el último momento.
Vamos a la resi a recoger la habitación de Ana, donde la mitad de cosas son mías, ahora lo guardo todo en la habitación de las venezolanas hasta que me lo lleve al nuevo albergue.
Para acabar de celebrar todo lo que hemos vivido, nos comemos lo que queda de tarta,.con.las manos y en el suelo, entre fotos y risas y acabamos con sonrisas y lágrimas.




Cenamos en el centro, Ana quiere repetir el Stardust, hamburgueseria con camareros cantantes, y allí cenamos, felices, bailando, dando palmas y celebrando lo fácil que resulta sentirnos bien.
Stardust Burger
Volvemos al 3sheets saloon a pedir jarras de cerveza gigantes, el camarero se acuerda de nosotras pero al ser viernes hay mucha mas gente y no nos hace tanto caso. De todas formas, des de que lo tengo agregado, creo que es padre de una niña, aunque Ana dice que tranqui, que seguro que es su sobrina.
Cambiamos de garito que aun nos queda por pisar el Red Lion, entramos gratis a base de regateo, y no nos decepcionada nada. Música en directo, saltos, bailes y mucha gente de alrededor del mundo.
Bailamos hasta que el cuerpo aguanta.
Llevamos un ritmo de dormir 5 horas diarias. Pero estamos bien, hoy, la despedida de Ana tenia que ser por todo lo alto. Estamos contentas de la noche en si, pero a las 3.30 retiramos. Y asi, acaba este gran viernes, memorable, como siempre.
The last Friday night with Ana.
3sheets saloon

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada