14 de Agosto de 2012 Día 38: Every day is like a New surprise.


Union Square, once de la mañana, les he hecho el salto a Barnes&Noble (cafeteria librería) y a mi coockie de chocolate. Al llegar a la plaza he visto el Green Market que ponen todos los miercoles y viernes, I think. Plantas, verdudas, pan, ... mil paraditas que aparecen de la nada en esta plaza de la cual ya soy vip. Me he comprando un chocolat muffin with peanut butter y aquí estoy, en unos bancos a la sombra , entre árboles y personas que están concentradas en sus lecturas, dispuesta a empezar a escribir. 

Union Square
Ayer, un nuevo ayer. Por la mañana estuve con Aida haciendo el último paseo por la city y acabamos visitando la Public Library por dentro, es impresionante, como en las películas, torres de libros hasta el techo, salas y más salas todas clasificadas a la perfección. Paseamos hasta que nos damos cuenta que se nos echa el tiempo encima. Aida tiene que estar en el albergue a las 12.50 donde una Shuttle la recogerá. Las shuttles son unas furgos que te llevan al aeropuerto con mas gente, una especie de taxi compartido. Tenemos que correr, porque se ve que si las cosas no se viven al límite no valen tanto la pena. Vemos pasar la furgo por delante nuestro y corremos más, pero llega. Ahora mismo estoy un poco preocupada porque aún no se nada de su llegada. Aida, por favor, si lees esto acuérdate de avisar que ya estás en Spain. 
Después, vuelvo lentamente, cansada, mientras caen gotas del cielo, para variar, como cada vez que alguien se va. Hoy habíamos quedado con Edu para ir al momaps1, un museo moma al aire libre que hacen en Long Island. Pero no recibo noticia alguna, asi que me voy para Pax, a comer una ensalada con mis venezolanas, que me esperan. Las tres decidimos que estaría bien ir al Botanic Garden de Brooklyn, del que nos han hablado bien. La vida nos sonríe, justamente es el Free day. Increible. Entramos y nos envuelve la más grande tranquilidad, paz y armonía. Jardines, plantas, lagos, flores, paisajes indescriptibles que nos permiten pasear y sentir ese relax tan necesario, cuando vives en la ciudad. 
Botanical Gardens of Brooklyn.
Nos encontramos un tipo de NY que empieza hablar con nosotras, trabaja en la tele, detrás de las camaras en un canal de noticias, Recon, que es periodista, le dice que ella quiere trabajar aquí y el nos da el mail para que le mande el cv. Al final de este viaje podremos hacer colección de mails y de teléfonos, de los cuales no hemos vuelto a quedar con nadie, que desastre, pero es que el tiempo corre y cada día conoces gente nueva, a penas tienes tiempo de asimilar todo lo que vives en un día, como vas a repetir algo anterior? Estamos unas horitas en los jardines, después visita a la resi donde entro legalmente (si, LEGALmente, habéis leido bien) y ayudo con el Homework a las sisters mientras nos acabamos los doritos del día anterior.
Legal pass for visiting.


 Por la noche, perrito caliente y nos vamos las tres en taxi para Williamsburg, donde hemos quedado con Olga y unos amigos, españoles, para ver The Goonies en una vinoteca espectacular y que recomiendo, llamada Brooklyn Winery. Bebemos una cerveza buenísima, porque el vino es demasiado caro y nos regalan palomitas con pimienta, que saben rarísimo, pero que nos comemos igual. Es genial poder ver esta película en NY, un clásico de mi infancia, la favorita de mi primo y mi hermano, y la que tantas veces hemos vuelto a ver. Ahora, esta vez es la más gratificante de todas, no todos los días uno puede decir que ha visto una proyección de los Goonies en New York City. 

Watching "The Goonies" in Brooklyn Winery, Williamsburg.
Recon y Maria se van. Acabamos Carmen, Olga y yo en el Union Pull, bar pub, donde fuimos aquella primera vez, que parece que quede un año atrás, después de un concierto de calle 13, y antes de que un taxi nos llevara a un sitio equivocado. 
Nos sentamos en el patio a hablar de la vida en NY, y me ayudan con las posibilidades de venir a una family a cuidar niños, explicándome casos de otras personas. Me animan. A la vez, miro el patio y me acuerdo de aquella noche. Rubén, Ana, Nacho, Miriam...todos estaban por allí revueltos entre bailes, copas y risas. No puedo evitar echarlos a todos de menos. Pero me siento feliz. Estoy contenta de estos días con las venezolanas y con Olga. Y echarlos de menos a ellos, también me hace sentir feliz, porque me siento afortunada de haber compartido gran parte de esta aventura con ellos. Afortunada de haberlos conocido. Esta semana es especial. No me cansaré de agradecer a Olga lo que está haciendo por mí. De la tranquilidad que siento ahora. Me encantan mis mañanas sola, reflexionando y sintiéndome como en casa en esta Ciudad. Hoy he soñado una cosa muy rara. Estaba otra vez en Lloret de Mar, mi amiga Anna Ribas me dejaba su coche y los frenos no iban, íbamos a estamparnos si o si, pero, no se como, he dirigido el coche hacia una valla que ha hecho el golpe menos fuerte. Que significa? Tengo miedo de mi vuelta? De estamparme con la realidad? Supongo que todos los que me esperáis podréis ayudarme a hacer el golpe menos duro. Me voy, a seguir viviendo las sorpresas que me esperan hoy.

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