Union
Square, once de la mañana, les he hecho el salto a Barnes&Noble (cafeteria librería) y a mi coockie de chocolate. Al llegar a la plaza he visto el Green
Market que ponen todos los miercoles y viernes, I think. Plantas, verdudas,
pan, ... mil paraditas que aparecen de la nada en esta plaza de la cual ya soy
vip. Me he comprando un chocolat muffin with peanut butter y aquí estoy, en
unos bancos a la sombra , entre árboles y personas que están concentradas en
sus lecturas, dispuesta a empezar a escribir.
Union Square |
Ayer, un nuevo ayer. Por la
mañana estuve con Aida haciendo el último paseo por la city y acabamos
visitando la Public Library por dentro, es impresionante, como en las
películas, torres de libros hasta el techo, salas y más salas todas
clasificadas a la perfección. Paseamos hasta que nos damos cuenta que se nos
echa el tiempo encima. Aida tiene que estar en el albergue a las 12.50 donde
una Shuttle la recogerá. Las shuttles son unas furgos que te llevan al
aeropuerto con mas gente, una especie de taxi compartido. Tenemos que correr,
porque se ve que si las cosas no se viven al límite no valen tanto la pena.
Vemos pasar la furgo por delante nuestro y corremos más, pero llega. Ahora
mismo estoy un poco preocupada porque aún no se nada de su llegada. Aida, por
favor, si lees esto acuérdate de avisar que ya estás en Spain.
Después, vuelvo
lentamente, cansada, mientras caen gotas del cielo, para variar, como cada vez
que alguien se va. Hoy habíamos quedado con Edu para ir al momaps1, un museo
moma al aire libre que hacen en Long Island. Pero no recibo noticia alguna, asi
que me voy para Pax, a comer una ensalada con mis venezolanas, que me esperan.
Las tres decidimos que estaría bien ir al Botanic Garden de Brooklyn, del que
nos han hablado bien. La vida nos sonríe, justamente es el Free day. Increible.
Entramos y nos envuelve la más grande tranquilidad, paz y armonía. Jardines,
plantas, lagos, flores, paisajes indescriptibles que nos permiten pasear y
sentir ese relax tan necesario, cuando vives en la ciudad.
Botanical Gardens of Brooklyn. |
Nos encontramos un
tipo de NY que empieza hablar con nosotras, trabaja en la tele, detrás de las
camaras en un canal de noticias, Recon, que es periodista, le dice que ella
quiere trabajar aquí y el nos da el mail para que le mande el cv. Al final de
este viaje podremos hacer colección de mails y de teléfonos, de los cuales no
hemos vuelto a quedar con nadie, que desastre, pero es que el tiempo corre y
cada día conoces gente nueva, a penas tienes tiempo de asimilar todo lo que
vives en un día, como vas a repetir algo anterior? Estamos unas horitas en los
jardines, después visita a la resi donde entro legalmente (si, LEGALmente,
habéis leido bien) y ayudo con el Homework a las sisters mientras nos acabamos
los doritos del día anterior.
Legal pass for visiting. |
Por la noche, perrito caliente y nos vamos las
tres en taxi para Williamsburg, donde hemos quedado con Olga y unos amigos,
españoles, para ver The Goonies en una vinoteca espectacular y que recomiendo,
llamada Brooklyn Winery. Bebemos una cerveza buenísima, porque el vino es demasiado
caro y nos regalan palomitas con pimienta, que saben rarísimo, pero que nos
comemos igual. Es genial poder ver esta película en NY, un clásico de mi
infancia, la favorita de mi primo y mi hermano, y la que tantas veces hemos
vuelto a ver. Ahora, esta vez es la más gratificante de todas, no todos los
días uno puede decir que ha visto una proyección de los Goonies en New York
City.
Watching "The Goonies" in Brooklyn Winery, Williamsburg. |
Recon y Maria se van. Acabamos Carmen, Olga y yo en el Union Pull, bar
pub, donde fuimos aquella primera vez, que parece que quede un año atrás,
después de un concierto de calle 13, y antes de que un taxi nos llevara a un
sitio equivocado.
Nos sentamos en el patio a hablar de la vida en NY, y me
ayudan con las posibilidades de venir a una family a cuidar niños, explicándome
casos de otras personas. Me animan. A la vez, miro el patio y me acuerdo de
aquella noche. Rubén, Ana, Nacho, Miriam...todos estaban por allí revueltos
entre bailes, copas y risas. No puedo evitar echarlos a todos de menos. Pero me
siento feliz. Estoy contenta de estos días con las venezolanas y con Olga. Y
echarlos de menos a ellos, también me hace sentir feliz, porque me siento
afortunada de haber compartido gran parte de esta aventura con ellos.
Afortunada de haberlos conocido. Esta semana es especial. No me cansaré de
agradecer a Olga lo que está haciendo por mí. De la tranquilidad que siento
ahora. Me encantan mis mañanas sola, reflexionando y sintiéndome como en casa
en esta Ciudad. Hoy he soñado una cosa muy rara. Estaba otra vez en Lloret de
Mar, mi amiga Anna Ribas me dejaba su coche y los frenos no iban, íbamos a
estamparnos si o si, pero, no se como, he dirigido el coche hacia una valla que
ha hecho el golpe menos fuerte. Que significa? Tengo miedo de mi vuelta? De
estamparme con la realidad? Supongo que todos los que me esperáis podréis
ayudarme a hacer el golpe menos duro. Me voy, a seguir viviendo las sorpresas
que me esperan hoy.
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