28 de Julio Día 21: And it's raining.


Cuando empiezo a escribir, el espacio en Blanco tiene una frase que pone " descripción general del día". Hoy me detengo a pensar sobre ello. "Qué quiero describir de Ayer?"
Solo me acompañan sensaciones raras y confusas. Me Paso la mañana con Miriam en los sofás porque a las 10 tenemos q dejar la habitación. Nos reunimos todos, por fin, y nos vamos a comer una hamburguesa en el Five Guys, el mismo sitio donde cenamos aquel primer día, que ahora queda tan lejos.

Acabar donde se empieza es como cerrar un círculo. Ahora ya no hay vuelta atrás, la hamburguesa está buena pero tengo el estómago cerrado, odio las despedidas.
Fuera, llueve para acabar de acompañar el dia gris.
Volvemos a los sofás de la resi, vemos resumenes de Lost, en ingles, y me pongo muy contenta al entenderlo tan bien. A partir de ahora pelis en VO y nada de subtitulos en español, se acabó!
Ha llegado la hora. El taxi está a punto de llegar y todos esperamos fuera. Casi no puedo ni mirarla, porque se me humedecen los ojos al instante.
El taxi la recoge y se aleja y nos despedimos, es imposible evitar el llanto.
La echaré de menos. Con ella he aprendido muchas cosas, sobretodo ahora ya no generalizaré, no todas las personas de una misma edad entran en el mismo saco. Me alegro de saberlo.
Edu, Ana y yo, nos vamos a dar una vuelta, a sentarnos, ver las vistas, desconectar. Hoy no Hemos hecho nada, pero tampoco tengo ganas de nada. He cancelado la primera noche de albergue y me quedo de estrangis en la resi.
Cenamos, pero soy incapaz de acabarme la pizza, aunque está buenisíma.
Se que empieza una nueva etapa, que será genial, pero también se que hoy me puedo permitir estar triste. No es Malo.
Cuando acabas etapas de tu vida: un trabajo, un viaje, un libro, una relación, incluso una serie a la cual estás enganchado, primero te niegas a aceptarlo, después te da rabia que haya tenido que terminar, pero finalmente, cuando miras atrás y lo que viene a ti son un montón de recuerdos increibles, entonces no pasa nada, porque te llenas solo de saber que fantástico fue vivirlos, aunque te pongas un poco triste. Es una tristeza sana.
Y si eso llega, estás completamente listo para volver a tener un nuevo trabajo, viajar a otro lugar, leer otro libro, querer a otra persona o engancharte a una nueva serie.
Porque te permites mirar atrás, sonreir y andar hacía delante.
Ahora Miriam vuela de avión en avión pero me da la fuerza que necesito para seguir escribiendo este diario y permitirle seguir viajando conmigo.
Fuera, sigue lloviendo.

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