19 de Agosto Día 43: My last day.


Anoche llegué al piso y decidimos ir a cenar con Olga. Entre las múltiples opciones existentes, me llevó a un restaurante francés, muy bonito, Juliette, con terracita incluida donde se estaba de lujo y, aunque se me caían los ojos del cansancio acumulado, me lo pasé en grande poniendonos al día de nuestras vidas y hablando por los codos de tantas y tantas historias vividas. Es curioso que, gracias a que nuestros padres compartieron su juventud, ahora nosotras estamos compartiendo momentos como estos.
Me olvidé de comentaros que el otro día en la residencia vi a Jamie, me preguntó todo lo que me había pasado. Se lo conté con pelos y señales y le acabó encantando mi historia, en la cual aclaré perfectamente que me quedé a dormir en la habitación de las venezolanas, no en la de Edu. No se si lo volveré a ver y quizá ha sido una tontería pero, a la vez, ha sido divertido. Me he acordado de esto ahora porque le sorprendió mucho que hubiera acabado en casa de una hija de un amigo de mi padre, muy final de película, si me conociera más vería que sí, muchas escenas de mi vida son como de cine.
Pero volvamos donde estábamos, anoche. Cenamos y nos fuimos a despedir de unos amigos de Olga que se iban. Imaginaros, si yo me siento algo vacía por los que han ido marchando, imaginad ella, que lleva aquí tres años con sus amigos, que son como su familia y se siguen yendo despedida tras despedida.
Hoy he dormido diez horas, como lo necesitaba, mi cuerpo está en las últimas. He salido de casa y, por fin, he conseguido llegar al mercado Vintage que tanto deseaba, en Williamsburg. 
Flea Market, Williamsburg
Es impresionante, me ha enamorado. Las dos horas que me he tirado paseando por allí, me he olvidado del mundo. He gastado el cash que me quedaba en algo de ropa y pendientes, por fin encuentro pendientes bonitos en NY!! Ya era hora! También me he llevado un reloj precioso. Este mercado no solo es de ropa, puedes encontrar todo lo que quieras, antigüedades, muebles, cuadros, máquinas de escribir, juguetes, collares, incluso una zona solo de comida, donde he comprado dos mini cupcakes, uno de banana y peanut cream y otro de chocolate. Dos horas más tarde he vuelto en busca de un roll pizza y un smothie de moras. Me he traído mi lunch aquí, a unos bancos donde puedo ver las vistas de Manhattan y del Brooklyn Bridge, que me duele solo de verlo, recordándome tantos momentos vividos, como paseos con Miriam, o como cuando me fuí a córrer sola, una vez, o con Edu y su skate, en fin...de todo.
Observo la gente de WB y me encanta. Parece que aquí solo vive gente joven y todos van vestido modernos al más puro estilo Anna Canudas, Adrian Cozar o Aran. Cada vez me gusta más. Si alguien viaja a NY tiene como parada obligatoria Williamsburg y, a poder ser, un domingo para no perderse este fabuloso mercado.
Ahora me voy en busca de una maleta nueva y grande, porque creo que no hay tetris alguno que pueda hacer con todo lo que tengo.
Después de siesta de hora y media, que me reafirma lo cansada que estoy, he conseguido encontrar una Big Suite Case, donde mis cosas caben de sobras. Pero no nos emocionemos, esta aventura no acabará hasta que me la pesen mañana en el aeropuerto, no todo será tan fácil, presiento.
Before and after.
Olga me ha regalado como última sorpresa acudir a un rodaje suyo, para poder ver como trabajan aquí. He podido hablar un poco con todo el mundo y sobretodo me ha gustado escuchar las experiencias de los actores, el protagonista era un actor catalán de Barcelona que vino para un verano y ya lleva dos años trabajando aquí. Todo el mundo me recomienda que vuelva, habrá que hacerlo sí o sí.
Después del rodaje he vuelto a a la residencia, porque Recon y María ya habían llegado. Solo de llegar Recon se ha puesto a llorar porque le da mucha pena que todo llegue al final, me ha hecho llorar a mi también, pero algo por dentro me dice que nosotras dos volveremos a vernos el verano que viene, las dos trabajamos y pretendemos ahorrar porque necesitamos más experiencias que la ciudad puede brindarnos. Justamente me ha comentado que al leer mi diario se ha puesto a llorar, pero que después al leer el comentario de mi tía donde decía que yo era cabezona y vuelvo seguro, se ha animado totalmente, porque ha sentido que va a ser realmente así. También me ha comentado que el catalán es demasiado difícil y no sabe lo que comenta la mitad de la gente, a ver, existe corrector (me refería a traductor, ejem..) en google, a usarlo amiga...
Cuando subíamos, llorando, nos hemos cruzado con Jamie, que nos ha preguntado si estábamos bien.
-It`s ok, only I`m living tomorrow...
- Oh no...tell me something before you leave.
Ok, podré despedirme de él, he pensado.
Hemos ido a por comida china y cenado en la cocina, vacía, que nos envolvía de recuerdos.
Luego, hemos paseado por toda la residencia haciendo fotos para no olvidar jamás ni si quiera uno de los pasillos, incluso hemos fotografiado la lavandería.
Laundry
Luego, después de hablar y recordar las mil y una que hemos pasado, hemos decidido que ya era tarde, y a las doce menos cuarto hemos llamado a su puerta.
Ha salido y hemos mantenido una conversación larga y tendida sobre mi experiencia aquí, todo lo que he vivido y lo que pienso. Se ha quedado parado al saber que me iba tan pronto, dice que se pensaba que estaría más tiempo. La conversación ha llegado a un punto clave cuando le ha dicho a Recon que la veía siempre conmigo, incluso más que con su hermana. He aprovechado el gran momento para decir "Because her sister is younger, we are the oldest here..." , pero aún no lo ha entendido del todo y entonces Recon, que ha sido muy rápida, ha dicho "Yes, because we are 27 Jamie.." Su cara ha sido un mapa, no se lo podía creer, ha soltado unos cuantos "oh my God!" y me ha dicho que siempre pensó que yo tenía entre 20 y 22, para variar, todo el mundo en NY lo piensa, y, en este caso, no ha sido bueno.
Después cuando se preocupaba por como me iba mañana le he dicho que "don't worry, my friend is going with me to take the taxi and to help me.." me ha preguntado si my friend era un boy o una girl...creo que era pregunta era absurda y fuera de contexto, pero que le ha gustado que se tratara de una girl llamada Olga. Finally, cuando le he dicho que ya nos veríamos el verano que viene, me ha dicho que no sabía como porque el no estaría aquí, entonces le he dicho si quería podíamos darnos el mail. No ha dudado ni un segundo, ha aparecido con papel y boli y se lo he anotado.
Nos hemos despedido con dos besos y un abrazo y una hora más tarde ya tenía un mail en mi bandeja de entrada.
Lo siento, os quedáis con la intriga del contenido, esto resulta que no es una novela, y si algún día lo fuera, quizá entraría en detalles. Solo os digo que si no cambia nada, el año que viene habrá un Jamie segunda parte. Y que, maldita sea, porque no se enteró antes de la edad que tenía.

La tristeza de la despedia con las venezolanas ha ido acompañada de la alegría de esta última noticia y de la desgracia de mi movil partido en mil cristalitos al querer tomar la última foto. Tres emociones en una, por si una fuera poco.Hoy es mi despedida, y aún no soy muy conciente de todo ello, porque no acabo de estar triste del todo. Y quizá, porque estoy segura que toda esta aventura solo es el principio de mucho más.
Recon y María, os quiero, os echaré de menos, y me ha encantado la unión que hemos creado esta última semana, sois especiales, y con vuestras palabras raras y las mías, hemos vivido grandes momentos de risas, gracias por todo lo que habéis hecho por mi. 
Disfrutad de vuestros últimos días, y, por favor, no olvidéis jamás todo lo que hemos vivido, habéis formado parte de este diario, estando cerca de mi en muchos de los días de NY.
 No os olvidaré. 
Mañana, cuando esté en ese avión, solo podré recordar cada uno de los días vividos, des del primero, hasta hoy, my last day.

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